La situación en el Mar Rojo ha alcanzado un nivel crítico debido al estado del petrolero Sounion, un buque de carga griego. La semana pasada, las fuerzas hutíes hicieron estallar los tanques del Sounion. Las imágenes del sistema satelital Sentinel de la UE muestran que las llamas aún son visibles desde el espacio. Este ataque plantea el riesgo de un vertido de petróleo que podría superar en magnitud al desastre del Exxon Valdez, uno de los peores accidentes ambientales en la historia reciente.
Las advertencias de los gobiernos occidentales subrayan la gravedad de la situación. Se estima que el derrame potencial podría ser hasta cuatro veces mayor que el del Exxon Valdez. Sus consecuencias serán devastadoras para el medio ambiente y la pesca de subsistencia en la región. Según el Departamento de Estado de EE.UU., aunque la tripulación del Sounion ha sido evacuada, los hutíes parecen decididos a hundir el buque y contaminar el mar.
La misión naval de la Unión Europea en el Mar Rojo, EUNAVFOR Aspides, ha expresado su preocupación. Señaló que los ataques como el del Sounion representan una amenaza significativa no solo para la navegación, sino también para la vida de los marineros y el ecosistema marino. «Esta situación pone en peligro la vida de todos los ciudadanos de la región», declaró la misión en un comunicado.
Imágenes capturadas por observadores hutíes muestran que el Sounion sufrió tres explosiones simultáneas, lanzando bolas de fuego desde la cubierta principal. Los atacantes, aparentemente, esperaron a que se retiraran las defensas occidentales. Para más tarde, abordar el buque y colocar cargas explosivas para maximizar el impacto del ataque. Un portavoz de los hutíes afirmó que el ataque fue una respuesta a la supuesta decisión del propietario del barco de continuar las operaciones hacia puertos israelíes, aunque la milicia no abordó el posible daño ambiental del ataque.
El Sounion transportaba 150.000 toneladas de crudo procedente de Irak. Con el barco gravemente dañado y en riesgo de hundirse, el potencial derrame podría convertirse en uno de los peores en la historia. Superando posiblemente, al desastre del Exxon Valdez y clasificándose como el quinto peor derrame de petróleo de todos los tiempos. Así lo ha afirmado la Federación Internacional de Propietarios de Buques Tanque (ITOPF).