La provincia de Pontevedra se encuentra en el ojo del temporal que desde el martes afecta con dureza a toda Galicia. Con lluvias torrenciales, rachas de viento que superan los 85 km/h en varias localidades y oleaje de hasta siete metros en la costa, las autoridades han activado alertas naranjas y amarillas en buena parte de la región, solicitando a la población máxima precaución.
A primera hora de la mañana, varias calles de Vigo, como Hotel Colón y Florida, amanecieron inundadas, ocasionando retenciones de tráfico y el cierre de algunas vías. Además, el río Lagares permanece en situación de alerta por riesgo de desbordamiento. En A Coruña, parques, jardines y playas han sido clausurados como medida preventiva, mientras que el transporte marítimo entre Vigo y Cangas/Moaña quedó suspendido desde la tarde del martes debido a las adversas condiciones en la ría.
El aeropuerto de Vigo también sufrió las consecuencias del temporal, con un vuelo procedente de Madrid que tuvo que frustrar su aterrizaje en Peinador y regresar a la capital ante las fuertes rachas de viento que dificultaron la maniobra.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y MeteoGalicia, se espera que la inestabilidad meteorológica persista al menos hasta el jueves 9 de enero. Las lluvias más intensas se concentrarán en la mitad occidental de Galicia, acompañadas de granizo y aparato eléctrico en algunos puntos, mientras que los vientos podrán superar los 100 km/h en zonas como la Mariña lucense.
En cuanto al deporte, la Secretaría Xeral para o Deporte ha cancelado todas las actividades federadas en el mar, mientras que en localidades como Vigo permanecen cerrados los parques de Samil, Castrelos, O Castro y A Riouxa hasta nuevo aviso.
Las autoridades insisten en la importancia de evitar desplazamientos innecesarios, mantenerse alejados de ríos y zonas inundables y seguir las recomendaciones de los servicios de emergencia para garantizar la seguridad en estos días de fuerte inestabilidad climática.