La Guardia Civil desmantela red de pesca ilegal de atún rojo en Málaga
La Guardia Civil, junto a la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga, desmanteló un grupo criminal dedicado a la pesca furtiva de atún rojo en una operación conocida como “Galete”. Ocho personas están siendo investigadas por delitos contra la fauna, la salud pública, el mercado y los consumidores, así como por pertenecer a una organización criminal.
Un negocio ilegal con beneficios millonarios
El grupo operaba en aguas de Málaga capital, donde capturaba atún rojo durante la veda, incumpliendo las normativas de pesca. Posteriormente, vendían los ejemplares en el mercado con documentación falsa. Un empresario mayorista de pescados y congelados de Málaga y varios restaurantes en Marbella colaboraban para distribuir estas capturas ilegales.
Las ganancias eran significativas, ya que los responsables aprovechaban la alta demanda del atún rojo para obtener grandes beneficios económicos.
Denuncias del sector y hallazgos preocupantes
Las investigaciones comenzaron tras las denuncias de pescadores locales y profesionales del sector. Estos alertaron sobre las actividades de un grupo organizado que pescaba de manera continuada, desafiando las leyes.
En las pesquisas, los agentes detectaron la pesca ilegal de 16 ejemplares de atún rojo, con pesos de entre 70 y más de 200 kilos cada uno. Las autoridades también comprobaron que las capturas carecían de control sanitario.
Riesgo grave para la salud pública
El transporte y almacenamiento de los atunes se realizaba en condiciones insalubres. Según las autoridades sanitarias, los pescados representaban un «riesgo grave e inminente para la salud pública». Consumir estos productos podía causar intoxicaciones alimentarias graves.
Los restaurantes y empresas implicadas eran conscientes del origen ilegal del pescado. Sin embargo, falsificaban la documentación de las capturas para incorporarlas al mercado y maximizar sus beneficios.
Material incautado y colaboración clave
Durante la operación, los agentes confiscaron dos embarcaciones, dos vehículos, cinco cañas de pesca profesional, anzuelos, hilos, cebos y otros equipos utilizados en las capturas. Todo el material quedó a disposición judicial.
El SEPRONA de la Guardia Civil contó con el apoyo del Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, los Servicios de Sanidad Alimentaria del Ayuntamiento, la Fundación Aula del Mar y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estas entidades aportaron informes técnicos que respaldan las acusaciones contra los implicados.
El caso sigue bajo investigación
El Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella dirige la investigación. Las autoridades continúan analizando las pruebas y las implicaciones legales de los involucrados en esta red de pesca furtiva.
