Buenas noches,
Acaban de conocerse los resultados de las elecciones en Andalucía y quiero que mis primeras palabras sean de agradecimiento a los andaluces y andaluzas que han confiado su voto al Partido Socialista.
Esa confianza es el mayor capital que tenemos y vamos a esforzarnos, desde este mismo momento, para multiplicarla. Ellos son el alma de nuestro partido y dedicaremos cada minuto a estar a la altura que esperan y merecen nuestros votantes.
Gracias también a los militantes que han hecho un trabajo extraordinario llevando nuestro mensaje de cambio y de progreso a cada rincón de Andalucía.
Sé que todos habríamos querido que el resultado fuese otro pero a todos ellos, votantes y militantes, les digo que llegará. Que sigamos trabajando con honestidad y con responsabilidad y ese cambio en Andalucía llegará. Todo mi agradecimiento, por supuesto, a Juan Espadas por el esfuerzo que ha hecho en unas elecciones diseñadas, pensadas y convocadas por el PP contra él. El nuevo PSOE de Andalucía no ha tenido tiempo suficiente para consolidar una alternativa al gobierno de Moreno Bonilla. Ahora podrá poner en marcha un proyecto fuerte para recuperar la hegemonía política en Andalucía. Juan Espadas ha sido un gran candidato que, en muy poco tiempo, ha hecho un esfuerzo enorme y que merece todo nuestro reconocimiento.
Estas elecciones han sido convocadas por Moreno Bonilla cuando ha querido y porque ha querido. El dato de participación, con un registro bajo, muestra precisamente que Moreno Bonilla ha buscado unas elecciones con desmovilización y baja participación. Es una confesión de la poca confianza que Moreno Bonilla tiene en los andaluces y andaluzas. Es una declaración de unas elecciones convocadas pensando en su propio interés, no en el de los andaluces y andaluzas.
El resultado de estas elecciones se da en un contexto que no podemos obviar. Es evidente que Moreno Bonilla ha llegado a las elecciones tras superar la crisis del COVID con los ingentes recursos aportados por el Gobierno de España.
Lo que vemos hoy en Andalucía es básicamente lo mismo que se ha producido en todas las elecciones posteriores al COVID: la consolidación de los gobiernos, que han contado con más recursos para hacer frente a la pandemia, con la aplicación de políticas socialdemócratas en Europa y en España. Estas elecciones son también la última parada de un camino diseñado por la anterior dirección del PP y ejecutada por el señor Feijóo. Tres elecciones autonómicas, en tres territorios favorables al PP, para intentar consolidar su propia imagen. El balance de esa estrategia es ciertamente escaso:
– El Partido Socialista sigue liderando las encuestas nacionales.
– El PP mantiene tres gobiernos que ya ostentaba.
– Pero cambia de aliados, del centro a la ultraderecha en Castilla y León.
Ese es el único cambio del camino emprendido por Feijóo: siguen gobernando donde gobernaban y en algunos lugares cambiando de aliados para gobernar con la extrema derecha. El PP ha pasado con Feijóo del inmovilismo a la involución reaccionaria.
A los andaluces les digo que, desde la responsabilidad que nos han dado los ciudadanos, los socialistas seguiremos trabajando sin descanso por las libertades y derechos que llevamos 40 años levantando.
A mis compañeros del Partido Socialista de Andalucía les digo que tengan confianza. En nuestra larga historia sin duda hemos tenido momentos mejores que esta noche en Andalucía, pero también momentos peores y sabemos que ante unos y otros hay una misma fórmula: trabajo, honradez y convicciones.
Hoy somos más necesarios que nunca y debemos redoblar esfuerzos. Esforzarnos más por recuperar la confianza de los ciudadanos y esforzarnos más porque ahora se trata de salvaguardar los derechos, servicios públicos y libertades que el Partido Popular va a empezar a desmantelar ya sin trabas. Dedicaremos todo nuestro esfuerzo a cumplir esa tarea, a trabajar para que llegue el cambio a Andalucía.
Muchas gracias