El 14 de agosto de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró nuevamente una emergencia de salud pública de importancia internacional por la viruela del mono, conocida también como mpox, tras un alarmante aumento de casos en África. Esta decisión llega un año y tres meses después de haber levantado la alerta previa en mayo de 2023.
En una conferencia de prensa, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, señaló la rápida expansión de un nuevo clado (variante) en el este de la República Democrática del Congo como una de las principales razones para la declaración de emergencia. «El brote en el Congo y otros países africanos es muy preocupante, y una respuesta internacional coordinada es esencial para detener estos brotes y salvar vidas», destacó.
Este anuncio se produce un día después de que el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC África) también declarara una emergencia sanitaria debido a la propagación del virus en el continente. Desde enero de 2022, se han registrado más de 38.000 casos de viruela del mono y 1.465 muertes en África, con un aumento del 79% en la prevalencia en 2023 respecto al año anterior.
La situación se ha agravado en 2024, con un incremento del 160% en las infecciones y 524 muertes hasta la fecha. La República Democrática del Congo es el epicentro de la epidemia, con una alta tasa de mortalidad, especialmente entre los niños. Además, se han reportado casos en otros países como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
La OMS ha instado a la comunidad internacional a coordinar esfuerzos para enfrentar esta crisis. Aunque la vacunación fue clave para contener el brote anterior en Occidente, la disponibilidad de vacunas en África sigue siendo limitada. Maria Van Kerkhove, del programa de Emergencias de la OMS, enfatizó que, además de las vacunas, es crucial implementar medidas de prevención y diagnóstico para evitar una mayor propagación.
La Comisión Europea, a través de su Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA), ha anunciado el envío de más de 215.000 dosis de vacunas a África. La OMS, por su parte, ha hecho un llamamiento a los países con reservas de vacunas para que las donen y ayuden a mitigar la crisis.
