
Cada primavera, la ciudad de Cáceres revive una de sus tradiciones más arraigadas: la Fiesta de San Jorge, patrón de la capital cacereña. Esta festividad, cargada de simbolismo, historia y emoción, se celebra los días 22 y 23 de abril con un programa que fusiona la leyenda medieval con la identidad cultural de la ciudad.
La celebración arranca el 22 de abril con el tradicional desfile de moros y cristianos, que recorre las calles del centro histórico en un espectáculo de luz, color y sonido. El punto culminante de la jornada es la quema del dragón, una figura mítica que representa las fuerzas del mal y que arde como símbolo de la victoria del bien, evocando la lucha entre San Jorge y el dragón.
El día 23, festividad oficial del santo, se celebra una misa solemne y una procesión religiosa, que recorren el corazón de Cáceres en homenaje al patrón. Estas actividades combinan el fervor popular con el respeto por una tradición que ha sido transmitida de generación en generación.
La fiesta no solo se nutre de liturgia y recreaciones, sino también de una leyenda profundamente arraigada en el imaginario colectivo de la ciudad. Según la tradición oral, Cáceres fue reconquistada por los cristianos un 23 de abril gracias al ingenio de un capitán cristiano que logró seducir a una princesa mora. La joven, engañada por amor, entregó las llaves de un pasadizo secreto que permitió a las tropas cristianas tomar por sorpresa la ciudad. Enfurecido por la traición, el padre de la princesa lanzó una maldición sobre su hija, transformándola en una gallina cubierta de plumas de oro, y a sus doncellas en polluelos, condenadas a vagar eternamente por los subterráneos de la ciudad.
Esta leyenda da un aire mágico a la celebración, reforzando el carácter legendario de Cáceres y su arquitectura cargada de historia. La Fiesta de San Jorge no es solo un evento turístico, sino una expresión viva de la identidad cacereña.