La Dieta Mediterránea ha sido durante años el perfecto ejemplo de un patrón saludable de consumo enmarcado por la moderación, la frugalidad, la socialización durante las comidas principales y la actividad física. Sin embargo, la vida moderna, su diversidad de actividades y la forma en que nos obliga a ir más de prisa cada día, han modificado estos hábitos paulatinamente y las consecuencias se han visto reflejadas en una encuesta[1] realizada entre los millennials españoles. El estudio señala que el 42% de los gallegos nacidos entre 1981 y 1998 tienen sobrepeso y obesidad y que el 23% es, claramente, sedentario porque realizaba poca o ninguna actividad física con frecuencia.
La encuesta ha sido realizada por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y en ella se han recogido las opiniones, hábitos y medidas antropométricas de 1000 millennials en todo el territorio español. Tras el análisis de resultados, se ha elaborado una Guía de alimentación saludable ilustrada para Millennials con la intención de aportar información sobre vida saludable y Dieta Mediterránea, considerando las particularidades de la vida moderna.
En este sentido, el profesor Jesús Román Martínez, presidente del comité científico de SEDCA y profesor de nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, señala que “hay una conjunción de factores que conllevan a la obesidad. No se trata sólo de un factor único. Entran en juego el sedentarismo, la frecuencia de consumo de ciertos tipos de alimentos, las cantidades, evidentemente, la forma de preparación y los conocimientos que tenemos sobre cómo cocinarlos”.
Aunque la encuesta señala que los millennials gallegos les gusta la comida hecha en casa, también ha dejado de relieve que el 61% de ellos prefiere cocinar platos sencillos y rápidos como arroz y pasta. En este sentido, el profesor Martínez explica que “esto podría indicar que a los millennials les falta información y educación en cuanto a qué cocinar y cómo hacerlo para tener una vida más sana. Además, claro está, del componente de ejercicio y actividad física que es tan necesario para lograr este equilibrio”.
Los datos aportados por el estudio señalan que el 25% de los millennials gallegos toman fruta fresca a diario y el 75% de ellos consume carnes magras entre 1-4 veces por semana. Sus aficiones son principalmente de tipo social, como salir con amigos a comer o cenar en bares o restaurantes (62%).
Una guía para comer de forma saludable y satisfactoria
Por todo esto, SEDCA ha elaborado la Guía de alimentación saludable para millennials, un documento en el que se consideran sus preferencias nutricionales, su estilo de vida y la forma en que hacen uso de su tiempo para ayudarlos a comer mejor.
El material, que ha sido ilustrado por Las Rayadas, explica de forma amena y sencilla cómo tener una alimentación saludable y también satisfactoria, haciendo un uso adecuado del tiempo que invertimos en hacer la compra y cocinar. Ha sido pensado para una lectura rápida que pueda aportar información práctica para mejorar los hábitos de cocina y alimentación de esta población joven.
Entre la información de la guía destaca la necesaria interacción de múltiples factores para llevar un estilo de vida saludable: “Unos hábitos alimentarios saludables acompañados de un estilo de vida activo y la práctica habitual de ejercicio físico, incluyendo actividades de fuerza para mantener la masa muscular, son un importante respaldo para la salud de todo el mundo. Una buena alimentación empieza con las elecciones de alimentos que hagamos al llenar la cesta de la compra, seguido de la planificación adecuada de nuestro menú semanal, un menú adaptado siempre a nuestras características, posibilidades y preferencias. Sin olvidar el punto clave: la puesta en práctica en la cocina y en la mesa”, señala el Prof. Martínez.
Agua y cerveza, las bebidas preferidas por los millennials
En cuanto a las bebidas preferidas por los millennials gallegos, el agua (88%) y la cerveza (46%) encabezan la lista. Hay que señalar que la cerveza es una bebida fermentada que, por su composición, y su patrón de consumo puede formar parte de la Dieta Mediterránea. En este sentido, el profesor Jesús Román Martínez explica que esto se cumple siempre y cuando se realice la ingesta de manera responsable y acompañada de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos.
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