Agentes de la Guardia Civil, en una operación conjunta con la Policía Nacional, han desarticulado una organización criminal especializada en robos con fuerza de camiones y naves industriales. Hasta el momento, se ha detenido a un total de once personas, aunque no se descartan nuevas detenciones. Además, se han practicado seis registros domiciliarios.
Los detenidos, que acumulaban más de trescientos antecedentes, operaban con una alta movilidad geográfica para cometer los delitos, abarcando las provincias de Ciudad Real, Toledo, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Valencia. Utilizaban vehículos de alta gama previamente sustraídos para ejecutar los robos.
La investigación comenzó en noviembre del año pasado, cuando los agentes detectaron un grupo criminal asentado en Madrid y Seseña, Toledo. Este grupo estaba dedicado a la comisión de robos con fuerza en camiones, naves industriales y establecimientos comerciales. En uno de los robos en una empresa de Valencia, sustrajeron material valorado en noventa mil euros, parte del cual fue recuperado en los registros domiciliarios.
La organización criminal empleaba vehículos de alta gama sustraídos para cometer los robos. Normalmente utilizaban tres vehículos: uno como lanzadera, otro para materializar el robo y una furgoneta, también sustraída, para el transporte de los efectos robados. En varias ocasiones, los detenidos protagonizaron fugas y persecuciones cuando eran detectados por las fuerzas de seguridad. Tras estas persecuciones, solían calcinar los vehículos sustraídos.
Durante las actuaciones simultáneas realizadas en Madrid, Parla y Seseña, se detuvo a ocho personas y se llevaron a cabo seis registros domiciliarios. En estos registros se encontraron herramientas y útiles para cometer robos con fuerza, además de gran cantidad de garrafas de aceite y «sishas» procedentes de robos anteriores.
Los agentes destacaron la alta especialización de los detenidos en robos con fuerza, demostrando un perfecto conocimiento y manejo de herramientas, desactivación de alarmas, uso de inhibidores de frecuencia y realización de butrones. Dos de los detenidos han ingresado en prisión tras la puesta a disposición judicial. Se estima que el perjuicio económico causado por este grupo criminal supera el medio millón de euros.