En una reciente operación denominada «Espasmo», la Guardia Civil ha desmantelado un chalet ocupado ilegalmente en La Rioja, donde se alojaba y explotaba a más de 60 migrantes del norte de África. Los trabajadores, en su mayoría en situación de vulnerabilidad, habían sido reclutados para la campaña de vendimia en diferentes viñedos de las provincias de La Rioja, Álava y Navarra. Tres personas, de entre 44 y 52 años, han sido detenidas por delitos de explotación laboral, lesiones y omisión del deber de socorro.
El chalet, ubicado en Villamediana y propiedad de una entidad bancaria, no solo estaba ocupado de manera ilegal, sino que carecía de condiciones mínimas de habitabilidad. Los trabajadores pagaban entre 120 y 140 euros mensuales por dormir en colchones sobre el suelo, en habitaciones sin ventilación ni higiene adecuada. Además, se les cobraba cuatro euros diarios por el transporte hacia las viñas, y debían adquirir las bombonas de butano para cocinar, lo que agravaba aún más su precaria situación económica.
Uno de los temporeros, un ciudadano senegalés, fue agredido y atropellado por negarse a trabajar por un salario de apenas seis euros diarios, lo que motivó a las autoridades a actuar. Tras semanas de vigilancia, los agentes descubrieron que las furgonetas salían diariamente del chalet para transportar a los migrantes a las viñas, adoptando medidas para evitar ser detectados.
Durante el operativo, que involucró a 48 agentes y el uso de drones del equipo Pegaso, se logró identificar a 15 migrantes en situación irregular y tomar declaración a otros 17, quienes denunciaron las pésimas condiciones laborales y habitacionales. Los trabajadores relataron que cobraban solo ocho euros por hora, trabajaban nueve horas diarias con descansos de solo 15 minutos y vivían bajo la constante amenaza de perder su sustento.
La operación «Espasmo» se enmarca dentro del «Plan de actuación contra la Trata de Seres Humanos y la Explotación Laboral» de la Guardia Civil, que busca erradicar estas prácticas abusivas en sectores como el agrícola. Tras la detención de los responsables, las autoridades continúan investigando posibles vínculos con otras redes de explotación laboral en la región.