La Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado una organización criminal responsable de robar 20 camiones articulados, valorados en cinco millones de euros. La red operaba con dos ramas especializadas: una encargada de robar los vehículos y otra de revender la mercancía en el mercado negro. Durante el operativo, los agentes realizaron nueve registros en Madrid y Toledo, recuperando cuatro vehículos, 100.000 euros en efectivo y herramientas empleadas en los robos.
La investigación comenzó a principios de año, cuando se detectaron robos de camiones cargados con productos de alto valor, como alimentos, bebidas alcohólicas y robots de cocina. Estos productos aparecían luego en tiendas “low-cost”, donde se vendían sin intermediarios a precios reducidos. Las autoridades identificaron una nave en Humanes (Madrid) como centro de almacenamiento de la mercancía robada. Durante un operativo en la zona, los agentes lograron recuperar un camión y su carga. Sin embargo, los sospechosos intentaron huir, llegando incluso a intentar atropellar a varios policías.
Dos líderes y una estructura operativa y logística
La estructura de la red criminal estaba liderada por dos hombres residentes en Madrid, responsables de seleccionar camiones y gestionar la venta de la mercancía. Bajo su mando había dos grupos: una rama operativa y una rama logística. La rama operativa realizaba los robos de camiones en diversas provincias de España, utilizando vehículos de alta gama e inhibidores de señal para evitar el rastreo de los camiones. Los robos se concentraban principalmente en Madrid, Valencia, Cuenca, Cáceres, Badajoz y Salamanca.
La rama logística, por su parte, alquilaba naves en polígonos industriales de Madrid y Toledo, donde descargaban y almacenaban la mercancía para distribuirla en tiendas “lowcost”. Los productos eran revendidos a precios bajos bajo el pretexto de que no habían pasado por intermediarios.
Finalmente, las autoridades identificaron a los 34 integrantes de la organización y desplegaron un operativo con más de 100 agentes. Las fuerzas del orden detuvieron a los sospechosos y realizaron nueve registros, en los que encontraron 100.000 euros en efectivo, además de cuatro vehículos y equipos utilizados en los robos.
Cinco de los detenidos están en prisión provisional. Los cargos incluyen robo con violencia, usurpación de identidad, lesiones, atentado a la autoridad y receptación. La Policía continúa con la investigación para localizar a otros posibles miembros de la red.