La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado el inicio de los trabajos para una nueva Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. Este anuncio se realizó durante una reunión con la Plataforma del Tercer Sector (PTS) y asociaciones de consumidores, en la que también se destacó la necesidad de medidas estructurales que garanticen la equidad energética en un contexto de constantes cambios.
La consulta pública previa se abrirá la próxima semana para recoger aportaciones de agentes interesados. “Superados los altos precios energéticos de 2022, 2023 y 2024, debemos avanzar hacia medidas estables y sostenibles”, declaró Aagesen. La ministra subrayó que la nueva estrategia se centrará en garantizar el acceso equitativo a la energía y en reforzar las ayudas a los hogares vulnerables, priorizando la eficiencia y la electrificación.
Un enfoque colaborativo
La estrategia busca ser más inclusiva y participativa, involucrando a la sociedad civil, comunidades autónomas y otros ministerios. Durante el encuentro, al que asistieron representantes de la Alianza contra la Pobreza Energética, Facua, CECU y OCU, se planteó como objetivo principal el diseño de medidas más efectivas para que todos los hogares que cumplan con los requisitos accedan al bono social.
Aagesen también destacó la importancia de incluir la pobreza energética como variable en programas de ayudas y de aprovechar los fondos del Plan Social para el Clima. “Esta financiación permitirá mejorar la eficiencia energética en las viviendas, reducir los costos energéticos y aumentar la autonomía de los usuarios”, afirmó la ministra.
Resultados esperados
La Segunda Estrategia contra la Pobreza Energética consolidará las medidas implementadas en los últimos años. Estas incluyen los bonos sociales eléctrico y térmico, la prohibición de cortes de suministro y el ahorro generado por el mecanismo ibérico, que ha beneficiado a millones de consumidores. Además, se mantendrán las reducciones fiscales y las limitaciones de precios que han ayudado a los hogares vulnerables a afrontar la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania.
El MITECO espera que esta estrategia estructural fortalezca la seguridad energética del país y fomente un modelo más justo y sostenible.