El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado un paso significativo hacia el aumento de la utilización de energías renovables en el transporte mediante la publicación de una nueva orden ministerial. Esta medida, anunciada el 16 de julio de 2024, es parte de un esfuerzo continuado para cumplir con los objetivos europeos para 2030, que exigen que al menos el 29% del consumo energético en transporte provenga de fuentes renovables.
La nueva orden no solo actualiza las directrices existentes sino que introduce el biogás y el hidrógeno renovable en el cómputo para el cumplimiento de estos objetivos, con especial énfasis en los sectores de la aviación y la navegación, históricamente más difíciles de electrificar. Estos sectores recibirán un impulso adicional ya que cada unidad energética consumida en ellos se valorará con un multiplicador de 1.2 respecto a la consumida en transporte terrestre.
Además, la orden refuerza y flexibiliza el Sistema de Certificación de Biocarburantes (SICBIOS), facilitando la verificación del cumplimiento de las cuotas anuales de uso de combustibles renovables en el transporte. El sistema permitirá ahora traspasar certificados excedentarios y introducirá certificaciones provisionales trimestrales para mejorar la gestión de las obligaciones de cada operador.
Entre las innovaciones más notables, la normativa prioriza los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO) y elimina, a partir de 2025, la posibilidad de cumplir los objetivos mediante el uso de biocombustibles derivados de materias primas con alto riesgo de cambio de uso de la tierra.
Este enfoque no solo busca alinear a España con las directrices europeas de sostenibilidad sino también fomentar la producción nacional de estas energías. La normativa es también una respuesta a las necesidades emergentes del sector y refleja el compromiso del gobierno con la transición energética hacia un modelo más limpio y sostenible.
El ministerio espera que estas medidas fortalezcan la seguridad jurídica y potencien los proyectos en curso en España, como la producción de combustible de aviación y de e-metanol para buques, ayudando a convertir los puertos españoles en referentes internacionales en la producción de combustibles renovables.
