El desperdicio de alimentos en los hogares españoles continúa disminuyendo. En 2023, el número de familias que no tiró comida aumentó un 4,4 % con respecto al año anterior, según el Informe del Desperdicio Alimentario en España 2023 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta tendencia decreciente se refleja en una reducción global del 13,2 % en comparación con 2020, un dato alentador en la lucha contra el despilfarro alimentario.
A pesar de este avance, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha recordado que aún queda trabajo por hacer para reducir las cifras globales. Durante los actos del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos organizados por la FAO, Planas destacó la importancia de continuar impulsando la concienciación social y el papel clave de la futura Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, actualmente en trámite parlamentario.
La cifra total de desperdicio en España, tanto dentro como fuera del hogar, alcanzó en 2023 los 1.214,76 millones de kilos/litros, lo que supone un ligero aumento del 1,1 % con respecto a 2022. De esta cantidad, 1.183,42 millones de kilos/litros se tiraron dentro del hogar, mientras que fuera del mismo, el despilfarro descendió un 0,4 %, continuando la tendencia positiva desde 2021.
El informe también detalla que el 76,4 % de los productos desperdiciados fueron alimentos sin procesar, mientras que los platos cocinados representaron el 23,6 %. Aunque este último porcentaje ha crecido más de dos puntos respecto al año anterior, se ha observado una mejora en el aprovechamiento de frutas, hortalizas y pasta, con 28.520 kilos menos de desperdicio, mientras que aumentó el desperdicio de leche, legumbres y carnes frescas en 4.920 kilos.
Luis Planas destacó que, con la nueva ley, España pretende liderar la prevención del desperdicio alimentario en Europa, fomentando buenas prácticas en todas las fases de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. Esta normativa es clave para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de las Naciones Unidas, que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en el mundo para 2030.
Entre los factores que explican esta tendencia decreciente, el informe menciona el auge del teletrabajo, la subida de precios que lleva a un mejor aprovechamiento de los alimentos y una mayor planificación de los menús por parte de los hogares españoles.