El Ministerio de Industria y Turismo ha anunciado la resolución definitiva del Programa de Mejora de la Competitividad y Dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico, que destinará 207,6 millones de euros a 89 proyectos en 13 comunidades autónomas. Estas ayudas se enmarcan dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y tienen como objetivo reforzar el potencial turístico del patrimonio histórico-cultural de España.
Distribución de las ayudas
Los proyectos seleccionados han sido evaluados en función de su viabilidad, calidad y potencial turístico, con especial atención a los destinos en riesgo de despoblación. Entre las comunidades más beneficiadas destacan:
- Andalucía, con 42,9 millones de euros.
- Región de Murcia, con 35,4 millones.
- Cataluña, con 30,7 millones.
- Comunidad Valenciana, con 29,3 millones.
Estas inversiones se centrarán en la conservación y rehabilitación de Bienes de Interés Cultural (BIC) para uso turístico, con medidas como la mejora de la accesibilidad, la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono.
Turismo cultural como motor económico
El ministro Jordi Hereu destacó la importancia de estas ayudas para posicionar a España como líder en turismo cultural:
“Es esencial potenciar un producto turístico cultural que refleje la identidad y diversidad de nuestro país, contribuyendo a diversificar y mejorar la calidad de nuestra oferta”.
España es reconocida mundialmente por su riqueza cultural, con 50 bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que la sitúa como el cuarto país de Europa y el quinto del mundo con más sitios de este tipo.
Impacto en el patrimonio y el turismo
Los proyectos seleccionados tienen un enfoque integral, abarcando desde la conservación y mantenimiento del patrimonio hasta la implementación de tecnologías sostenibles para optimizar los recursos hídricos y energéticos. Además, el programa busca generar un impacto positivo en:
- Cohesión territorial, al promover el turismo en áreas despobladas.
- Diversificación y desestacionalización del turismo, fortaleciendo destinos más allá del sol y playa.
- Calidad de vida local, al mejorar la accesibilidad universal y el respeto por el medio ambiente.
Estas medidas no solo preservarán el patrimonio histórico, sino que también generarán empleo y dinamizarán las economías locales, consolidando a España como un referente en turismo cultural sostenible.
