El leonés Pablo Álvarez, de 35 años, se ha graduado hoy como astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), el primero que ha tenido España desde Pedro Duque, en 1993. La ceremonia se ha celebrado en el Centro de Preparación de Astronautas de la ESA, en Colonia (Alemania), donde los candidatos han pasado la mayor parte de su tiempo durante el intenso entrenamiento del último año.
Junto a Álvarez, han ganado sus nuevas alas de astronauta la física británica Rosemary Coogan, especialista en agujeros negros; la ingeniera francesa Sophie Adenot; el belga Raphaël Liégeois, ingeniero biomédico; y el suizo Marco Sieber, paracaidista de las Fuerzas Especiales y médico. A esta nueva generación de astronautas europeos, la primera desde 2009, se ha sumado la australiana Katherine Bennell-Pegg, que será la primera mujer que logra este título en su país.
Los astronautas europeos fueron elegidos hace un año y medio entre más de 22.500 candidatos después de varias rondas de pruebas teóricas y prácticas en las que los examinadores intentaron llevarles al límite para entender si tienen la capacidad psicológica necesaria para poder viajar al espacio.
“Es un día histórico para todos nosotros”, ha dicho Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea. “Con esta nueva clase, el número de astronautas europeos llega a 11, que vienen de ocho países europeos, lo que enfatiza nuestra esencia internacional”, ha resaltado el naturalista austriaco. El jefe de la agencia ha asegurado que los cinco nuevos astronautas irán al espacio antes de 2030, antes de la jubilación prevista de la Estación Espacial Internacional. El primero de ellos recibirá su misión en mayo de este año para viajar a la ISS en 2026.
El astronauta alemán Alexander Gerst ha sido el encargado de perpetuar la tradición y bautizar a este nuevo grupo de astronautas con un mote elegido por los miembros de la promoción anterior. “En los últimos meses os hemos visto saltando de un lado para otro muchas veces al día para llegar a vuestras clases”, ha dicho Gerst. “Además, alguien os ha oído decir que os encantaría dar saltitos por la Luna, así que os vamos a llamar los saltarines”, ha añadido el alemán.
“Recuerdo perfectamente que tenía cinco años y vivía en mi pequeño pueblo de las montañas en España”, ha explicado Álvarez sobre su vocación en respuesta a las preguntas de los periodistas durante la ceremonia. “Me dijeron que solo 12 personas habían caminado por la Luna. Me parecieron muy pocas y ese día decidí que quería ser astronauta. Después cometí el error de dejar de creer que era posible. No fue hasta que vi el anuncio de la ESA de que buscaban nuevos astronautas que esa determinación volvió a mi cabeza y entendí que me tenía que presentar”, ha añadido.
Por primera vez, la ESA también ha seleccionado 12 astronautas de reserva, entre los que se encuentra la bióloga molecular Sara García. La reserva la componen candidatos que sobresalieron durante todo el proceso de selección y podrían convertirse en titulares cuando se presenten oportunidades de vuelo, según la agencia. Este grupo incluye al velocista paralímpico británico John McFall, que podrá convertirse en la primera persona con discapacidad que viaje al espacio. El primer reserva que ya ha ido al espacio es el piloto de pruebas sueco Marcus Wandt, que voló en la misión comercial privada Axiom-3 en enero.
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha sido la única ministra europea que ha asistido al acto, según la ESA. La ingeniera valenciana ha seguido la ceremonia atentamente desde la primera fila, y después se ha tomado un selfi con Álvarez. Posteriormente ha explicado en declaraciones recogidas por Europa Press: “El espacio se ha convertido en un lugar muy importante donde hay que estar y España va a estar magníficamente representada a través de Pablo Álvarez”.