La borrasca Herminia continúa azotando el norte de la península ibérica, dejando un rastro de destrucción especialmente en Galicia, la región más afectada. Desde el domingo, la comunidad ha estado en alerta roja debido a vientos de hasta 170 km/h y olas que superan los 12 metros de altura, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confirmó este lunes que Herminia ha causado ya su primera víctima mortal: una persona que perdió el control de su vehículo y colisionó contra un muro en la mañana del lunes. Además, dos personas resultaron heridas tras el derrumbe del tejado de su vivienda en Lalín, en la provincia de Pontevedra.
Hasta el momento, se han registrado más de 1.000 incidencias en toda Galicia, que incluyen árboles caídos, tejados destruidos y más de 13.000 hogares sin suministro eléctrico. La situación ha llevado a la Xunta a pedir a los ciudadanos que eviten acercarse a las zonas costeras debido al alto riesgo de accidentes.
El temporal también ha tenido repercusiones en otras comunidades. En los aeropuertos de Bilbao, Vigo y A Coruña se han desviado varios vuelos, mientras que en Cádiz se suspendieron las conexiones marítimas con Tánger desde Tarifa y Algeciras. En Jaén, el Ayuntamiento decidió cerrar los parques infantiles ante el riesgo de caída de árboles por rachas de viento que podrían alcanzar los 90 km/h.
A nivel nacional, casi toda España permanece en aviso por lluvias, viento, nieve y temporal marítimo. Aunque se espera que el viento y las condiciones marítimas comiencen a mejorar a partir del martes, las previsiones apuntan a la llegada de una nueva borrasca el miércoles, que traerá consigo nevadas copiosas en zonas de montaña y un descenso drástico de las temperaturas.
Impacto en Galicia y medidas tomadas: En Galicia, los puertos y carreteras próximas al litoral han sido cerrados en varios puntos como medida preventiva. Entre las zonas más afectadas se encuentran municipios costeros como A Guarda, donde la acumulación de espuma marina ha transformado el paisaje. Sin embargo, el fenómeno ha afectado a toda la región, poniendo a prueba los servicios de emergencia y las infraestructuras.