La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), ha abierto una investigación contra tres ex presidentes de una comunidad de vecinos en Villanueva de la Cañada (Madrid) por presuntos delitos de usurpación del dominio público hidráulico, contra el medio ambiente y estafa.
La investigación comenzó tras una inspección conjunta con la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), en la que se detectaron un sondeo manipulado y otro ilegal. El primero contaba con un sistema de recirculación que alteraba la facturación del agua, mientras que el segundo extraía agua sin control desde al menos 2006.
Impacto ambiental y económico
El uso indebido de estos pozos ha supuesto un grave daño ambiental. Según un informe técnico de la Unidad Central del Medio Ambiente del Seprona, los perjuicios ecológicos se estiman en más de 1,5 millones de euros. Además, la comunidad de vecinos presuntamente defraudó 160.000 euros anuales a la CHT al sobrepasar los metros cúbicos autorizados.
En total, se estima que la cantidad de agua extraída irregularmente asciende a 85.000 metros cúbicos al año, lo que equivale a llenar 34 piscinas olímpicas anualmente. Esta extracción descontrolada contribuye a la sobreexplotación de los recursos hídricos, afectando tanto a aguas superficiales como subterráneas.
Control y vigilancia de los recursos hídricos
La Guardia Civil, a través del Seprona, lleva a cabo inspecciones preventivas para detectar captaciones ilegales de agua. Este tipo de prácticas afectan gravemente la disponibilidad del recurso hídrico y ponen en riesgo la sostenibilidad del medio ambiente.
El cumplimiento de las normativas de conservación de la naturaleza, protección de espacios naturales y regulación de los recursos hídricos es una prioridad para la Guardia Civil, que continuará con las investigaciones y adoptará las medidas legales correspondientes para frenar este tipo de delitos.
