La Armada española vigila por tercera vez este año a la poderosa fragata rusa Almirante Gorshkov frente al litoral de Galicia
La fragata española Almirante Juan de Borbón (F-102) ha llevado a cabo una operación de seguimiento del buque ruso Almirante Gorshkov mientras este transitaba frente al litoral gallego. Este buque de guerra, uno de los más avanzados de la Marina rusa, está equipado con misiles hipersónicos Zircon, capaces de alcanzar objetivos marítimos y terrestres a más de 600 kilómetros.
La operación se enmarca dentro de las estrategias del Mando Operativo Marítimo (MOM) y se realizó bajo la supervisión del Mando de Operaciones (MOPS). La Almirante Juan de Borbón relevó a un buque de la Marina portuguesa y monitorizó al Almirante Gorshkov hasta que abandonó las aguas de interés estratégico del noroeste peninsular, cediendo posteriormente el seguimiento a un buque de la Marina francesa.
Este incidente no es el primero en el que la fragata rusa es vigilada por la Armada española. En junio, la Almirante Gorshkov realizó maniobras en el Atlántico durante su tránsito hacia Cuba, simulando ataques con misiles contra objetivos situados a más de 320 millas náuticas. En octubre, la fragata española Cristóbal Colón (F-105) la siguió en el Mediterráneo Oriental durante su paso hacia el puerto sirio de Tartús.
El pasado día 16, otra fragata española, la Navarra, monitorizó tanto al Almirante Gorshkov como al buque de reabastecimiento Yelnya en su tránsito por aguas españolas, desde el Mediterráneo Oriental hasta el Atlántico, antes de transferir la vigilancia a la Marina portuguesa.
Estas operaciones de seguimiento y disuasión forman parte de las estrategias de vigilancia marítima de las Fuerzas Armadas, diseñadas para proteger la soberanía nacional y responder a posibles amenazas. El Almirante Juan de Borbón, una de las fragatas más modernas de la Armada española, cuenta con tecnología avanzada y una dotación de 144 efectivos preparados para misiones estratégicas.