La Guardia Civil ha rescatado en Arucas (Las Palmas) a 39 perros y 6 cachorros de poco tiempo que se encontraban en pequeños habitáculos precarios y sin los cuidados mínimos necesarios que le proporcionasen un desarrollo normal, a pesar de que tenían las vacunas y los microchips obligatorios. Se ha detenido a una persona y se ha investigado a otra por un delito de maltrato animal continuado.
La actuación tuvo lugar después de que un ciudadano informara ante la Guardia Civil de que un gran número de perros podrían estar careciendo de los recursos mínimos para satisfacer sus necesidades vitales. Por ello, agentes del Seprona se desplazaron al lugar para realizar una inspección, hallando a los perros en un estado lamentable. En una primera valoración se pudo observar a algunos canes en estado de delgadez extrema que apenas tenían fuerzas para levantarse y que sobrevivían en perreras elaboradas con chapas, mallas y trozos de madera.
Durante la inspección, los agentes contaron con la colaboración del personal veterinario del Ayuntamiento de Arucas. La mayoría de los perros se trataban de podencos canarios, siendo uno de ellos una perra recién parida de 6 cachorros de escasos días de vida, también había perros de raza pointer y presa canario.
A parte de la extrema delgadez que mostraban la mayoría de los animales, algunos de ellos tenían heridas y patologías visibles que no habían sido atendidas por los propietarios. La mayoría de ellos se encontraban atados a cadenas de hierro de apenas 80 centímetros, lo cual no les permitía retirarse de su zona de descanso para realizar sus necesidades, por lo que dormían sobre sus propias defecaciones.
En la valoración preliminar de los servicios veterinarios, a parte del estado de caquexia y otros daños físicos debido a la falta de movilidad, también se hace constar que algunos de los animales presentaban tumores carnosos no tratados e incluso uno de ellos una herida ulcerosa que le atravesaba el carrillo desde el interior de la boca.
En cuanto al estado de las perreras, muchas de estas presentaban zonas punzantes y potencialmente cortantes, aparte de ser poco adecuadas como para proteger a los animales de las inclemencias meteorológicas. También cabe destacar que ninguna poseía zonas acolchadas que pudieran evitar los rozamientos contra superficies duras.
La actuación ha sido desarrollada por agentes del Seprona de la Compañía de Santa María de Guía y las diligencias policiales han sido entregadas en el Juzgado en funciones de Guardia de Arucas. Asimismo, los perros han sido intervenidos para su valoración y atención por facultativos veterinarios.