Los castros, con sus características casas circulares, son testigos del legado ancestral de los galaicos en la provincia de Pontevedra. Lugares emblemáticos como Santa Trega, O Facho, Castrolandín y A Lanzada, resplandecen como hitos arqueológicos en el territorio gallego, transportando a los visitantes a épocas pasadas.
Estas antiguas fortalezas de piedra, construidas durante la Edad del Hierro, han perdurado a lo largo de los siglos, resistiendo el paso del tiempo y las inclemencias del clima. Una vez habitados por los antiguos pobladores, hoy en día emergen nuevamente gracias a arduas excavaciones arqueológicas, revelando secretos enterrados bajo tierra durante siglos.
Santa Trega, ubicado en lo alto de un monte en A Guarda, destaca por su impresionante panorámica sobre el estuario del río Miño y el Atlántico. Este castro, ocupado desde el siglo IV a.C. hasta el siglo I, posee un significado estratégico y simbólico evidenciado por los grabados rupestres de la Edad del Bronce que adornan sus laderas.
A través de su extensión de más de 20 hectáreas, aunque actualmente solo se visualizan algunos sectores como el barrio norte o Calvo, el central o Mergelina, la puerta sur y diversas cabañas en la cima, Santa Trega revela su historia milenaria. Descubrimientos arqueológicos como la estatuilla de bronce de Hércules, encontrada en 1860, testimonian la importancia y el valor histórico de este enclave.