
La economía española avanza con fuerza y los datos lo respaldan: récord de afiliados a la Seguridad Social, la tasa de desempleo más baja en 17 años, reducción de la desigualdad y un crecimiento del PIB que duplica el de la Unión Europea. Ante esta realidad, el Partido Popular ha intensificado su estrategia de ruido y desinformación en el Congreso, según denunció la vicepresidenta y ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, en la última sesión de control al Gobierno.
Montero defendió los resultados de las políticas económicas del Ejecutivo, destacando que benefician especialmente a la clase media y trabajadora. «Nuestras decisiones redundan en la igualdad de oportunidades de la ciudadanía», afirmó la también vicesecretaria general del PSOE.
Uno de los puntos de fricción con el PP ha sido la condonación de deuda a las comunidades autónomas. La ministra desmintió que esta medida favorezca a unos territorios frente a otros y recordó que el objetivo es aliviar la presión financiera generada durante el mandato de Mariano Rajoy. «Es mentira que con la condonación de la deuda se vaya a favorecer a unos territorios frente a otros», recalcó Montero, insistiendo en que se trata de una solución justa para el conjunto de las autonomías.
Además, Montero tuvo que recordar al PP las concesiones que realizó José María Aznar en los años 90 para poder gobernar con el apoyo de Convergència i Unió (CiU). Entre ellas, destacó la retirada de la Guardia Civil de las carreteras de Cataluña, la cesión del 30% del IRPF, la eliminación del servicio militar obligatorio y la transferencia de puertos a la Generalitat.
La ministra también criticó la forma en que el PP gestiona los casos de corrupción dentro de su partido. Mientras que el PSOE «pide responsabilidades, colabora con la justicia y abre expedientes», acusó al PP de fabricar pruebas falsas, crear una «policía alternativa» y destruir pruebas, como en el caso de los ordenadores de Génova. En este sentido, pidió explicaciones a los diputados populares sobre su acceso a información judicial que no es pública.
Montero concluyó su intervención instando al PP a abandonar la política de «acoso y derribo» contra el adversario y a centrarse en una oposición constructiva que responda a las necesidades de la ciudadanía.