En una operación conjunta entre la Policía Nacional y los Mossos de Esquadra, se ha desarticulado una organización criminal dedicada a la explotación de seres humanos y el cultivo clandestino de marihuana. La intervención, que contó con más de 750 agentes desplegados, resultó en la detención de 36 personas en Barcelona (34) y Castellón (2), de las cuales cinco ya se encuentran en prisión provisional. Además, se desmantelaron 15 plantaciones cuyo consumo eléctrico era equivalente al de 1.200 viviendas y se detectó un fraude energético de más de un millón de euros.
La organización captaba a sus víctimas en países de América Latina, engañándolas con promesas de trabajo bien remunerado en España. Sin embargo, al llegar al país, eran obligadas a trabajar en condiciones inhumanas en plantaciones de marihuana para saldar deudas ficticias que les atribuían por su traslado.
Investigación y modus operandi
La investigación, que comenzó en mayo pasado, se originó tras el testimonio de una víctima y el hallazgo de consumos eléctricos anómalos por parte de una empresa en Rubí, Barcelona. La red estaba liderada por un violento clan familiar compuesto por tres hermanos, quienes utilizaban colaboradores en América Latina para captar a las víctimas. Estas personas eran instruidas para aparentar ser turistas y así evitar controles migratorios en frontera.
Una vez en España, las víctimas eran informadas de una supuesta deuda de hasta 4.600 euros y obligadas a trabajar en plantaciones clandestinas bajo estricta vigilancia. Vivían en condiciones de insalubridad, sin libertad de movimiento y constantemente amenazadas con violencia física. Incluso se encontraron casos de víctimas lesionadas que no pudieron recibir atención médica debido a amenazas con armas de fuego.
Otras actividades ilícitas
La organización también se dedicaba a la cría y entrenamiento de gallos para peleas clandestinas. Estas se realizaban en “galleras” habilitadas para albergar hasta 100 personas, donde obtenían importantes ganancias económicas. Durante la operación, se rescataron 168 gallos, algunos en condiciones deplorables.
Asimismo, se constató que el grupo criminal blanqueaba sus beneficios mediante la compra de propiedades y la apertura de negocios vinculados al cultivo de marihuana, empleando testaferros de confianza para encubrir sus actividades ilícitas.
Resultados del operativo
En los 35 registros realizados (34 en Barcelona y uno en Castellón), los agentes incautaron:
- 11.007 plantas de marihuana
- 8,381 kg de cogollos
- 614,55 kg de cocaína
- 50.004 euros en efectivo
- Tres armas de fuego, varios vehículos y dispositivos tecnológicos.
La investigación sigue abierta
Las autoridades no descartan nuevas detenciones mientras se avanza en el desmantelamiento total de la red criminal. Este caso ha sacado a la luz el impacto de las actividades ilícitas que mezclan trata de personas, cultivo de drogas y peleas clandestinas, afectando a víctimas vulnerables y al sistema energético nacional.