El Partido Animalista Con el Medio Ambiente (PACMA) ha alertado sobre la preocupante situación de abandono animal en España, donde se estima que más de 300.000 animales son abandonados cada año. España lidera este triste ranking en Europa, con una mayor incidencia de abandonos durante el periodo vacacional, cuando más de 100.000 animales quedan en situación de desamparo.
El presidente de PACMA, Javier Luna, ha señalado que «España no puede encabezar el triste ranking de abandono y debe reaccionar para que no se abandonen 1.000 animales al día. Esta cifra no solo es alarmante, sino que representa una grave realidad». Luna enfatiza que la campaña estival es una oportunidad crucial para visibilizar este problema y aboga por medidas más estrictas para penalizar el abandono animal como forma de disuasión.
Durante el verano, es común encontrar animales abandonados en carreteras, gasolineras, puertas de establecimientos y perreras. Cada año, esta cifra sigue aumentando. PACMA considera que las penas actuales por abandono son insuficientes. Según la legislación vigente, el abandono de un animal vertebrado bajo responsabilidad en condiciones que pongan en peligro su vida o integridad se castiga con una multa de uno a seis meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días. PACMA propone endurecer estas penas para combatir efectivamente esta problemática.
Además, PACMA destaca la sobrecarga de las protectoras de animales, que están desbordadas y carecen del apoyo necesario por parte de las administraciones. Javier Luna ha reiterado la necesidad de incluir una casilla en la declaración de la Renta para ayudar a las protectoras de animales. PACMA solicita al Ministerio de Hacienda que impulse una modificación del Real Decreto-ley 7/2013 para que la protección animal sea considerada en la distribución de los fondos del IRPF destinados a fines de interés social.
«Estas entidades han sido clave para aliviar la situación de abandono y maltrato en España, pero están saturadas y asumiendo una responsabilidad que no les corresponde, muchas veces sin ayuda de las administraciones públicas», concluye Javier Luna.
