El mes de mayo es especial en todo el litoral atlántico de la provincia de Cádiz. Es el periodo en que los primeros atunes se acercan a la costa en dirección al mar Mediterráneo para desovar. Un verdadero manjar que se pesca de la misma forma desde tiempos inmemoriales: la almadraba. Un arte de pesca tradicional y también espectacular. El ser humano contra el atún. Una lucha en la que vence el más rápido y el más ágil.
Las costas de Barbate y Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa, son testigos en primavera de cómo se calan las únicas almadrabas tradicionales del litoral Andaluz. Un arte que se conserva y defiende por sus ciudadanos y que supone la sostenibilidad de la especie y que llegue a nuestra mesa un manjar insuperable con otras formas de pesca.
Gracias a las conservaciones en cámaras frigoríficas de menos sesenta grados, es posible disfrutar del atún de almadraba todo el año. Y por ello los tres municipios, establecimientos de restauración, de alojamiento, de ocio, culturales, de venta del producto etc,, a través de la iniciativa “Andalucía, Paisajes con Sabor”, han creado esta “Ruta del Atún de Almadraba”, vigente todo el año.
En mayo y junio estas poblaciones celebran auténticas fiestas gastronómicas alrededor de este producto, coincidiendo con las “levantás” en las almadrabas. Pero todo el año puede disfrutarse del mismo en estas localidades, y esta ruta es una propuesta para hacerlo conociendo no solo su sabor sino toda la historia y cultura existente alrededor del Atún de Almadraba.