Un terremoto de magnitud 5,5 en la escala de Richter se ha registrado en las primeras horas de este lunes. Ha tenido lugar en el océano Atlántico, al sur de Lisboa, la capital de Portugal. Según datos proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el movimiento telúrico ocurrió a las 6:11 horas (hora peninsular española). Tuvo su epicentro a 19 kilómetros de profundidad.
El sismo no solo se sintió en diversas localidades de Portugal. También alcanzó varios puntos de España, desde el sur de Galicia hasta algunas regiones de Marruecos. A pesar de la intensidad del terremoto, no se han reportado daños materiales ni víctimas, lo que brinda un alivio a las zonas afectadas.
Este evento sísmico ha traído a la memoria el devastador terremoto de Lisboa de 1755, uno de los más destructivos en la historia de Europa. Aquel fatídico 1 de noviembre, un sismo estimado en magnitud 8,5 a 9,0, provocó un tsunami y varios incendios. Esta cadena de sucesos arrasó la ciudad de Lisboa y dejó un saldo de decenas de miles de muertos. El terremoto de 1755 no solo cambió el paisaje físico de la capital portuguesa, sino que también tuvo un profundo impacto en la filosofía y la teología de la época. Al punto de desencadenar debates sobre la intervención divina y el origen del mal.
Aunque el sismo de hoy es mucho menos severo, es el más fuerte registrado en la región desde el año 2009. Esto revive la memoria de la vulnerabilidad de la región ante la actividad tectónica. Las autoridades portuguesas y españolas siguen de cerca la situación, aunque hasta el momento no se han emitido alertas de tsunami ni se esperan réplicas significativas.
Los expertos señalan que este tipo de movimientos telúricos son relativamente comunes en la región debido a la actividad tectónica en la zona del Atlántico, donde las placas africana y euroasiática se encuentran en constante interacción.
